UNPLUGGED
Pero, ¿ que pasa cuando esta conectividad se convierte en “estresidad“?. Estar conectado todo el día está generando en los usuarios unos niveles de estrés insospechados. Todo coge cierta inmediatez creando cierta “mailansiedad”. Parece que no podemos dejar acumular mensajes en nuestros dispositivos pensando que en el otro lado habrá alguien que nos diga: ” no me has contestado”, “te pase un mail ayer noche”, ” te llamé pero saltó el buzón”, …
¿hasta donde debe llegar nuestro nivel de conectividad en el trabajo?. ¿ Que pasa si le sumamos la conectividad de ocio?: blogs, comunidades, redes sociales, mesenger, … Podríamos ir todo el día tecleando pero resulta que uno se da cuenta de que tiene vida personal, hobbies, … y debe empezar a aprender a sacar lo bueno y malo de estar “on-line” todo el día. No me extraña que los cursos de “Gestión del tiempo” ya contemplen en sus temarios este tema.
Los hoteleros nos rompemos la cabeza en poder ofrecer en nuestros hoteles dispositivos que permitan al cliente “seguir conectado”. Pero, ¿ que pasaría silo que ofrecemos realmente es estar desconectado?. Ya hay iniciativas de ese tipo en el Sheraton de Chicago donde se ofrece una caja fuerte donde “olvidar” las PDA o algunos resorts vacacionales que ofertan fórmulas UNPLUGGED u Spas que ya dan masajes de con dedos pulgares de ejecutivos atrofiados . Me parece una fantástica propuesta.
Recomiendo, no sólo una reflexión al respecto sino empezar a aprender a la gestionar el “abuso de conectividad”.
Ya me contareis.